jueves, 18 de febrero de 2010

Sobre el catorce

El domingo fui a comer con mi familia, a quienes llevaba dos meses y dos semanas sin ver.

Mi bienvenida fue agradable, además la comida estaba muy rica. Estuve unas horas ahí, platicando mis aventuras escolares, la vida con mi novia, y mi vida en general, aclarándoles que la sección en mi cerebro que dice "Respeto" está en mantenimiento, no por que haya perdido el respeto, sino porque ahora soy alguien algo más liberal en cuanto a quien le doy y a quien no le doy mi respeto, culpemos a mis ideas satanistas.



La verdad es sigo siendo una buena persona, el problema es que sólo cuando quiero, y sólo con un género, que vendría siendo el femenino, ya que, debido a la manera en la que se me trató durante la secundaria, me di cuenta que a los hombres hay que tratarlos como tal.

Bueno, después de dos deliciosos bisteces empanizados y una entretenida plática de sobremesa, me tuve que retirar por que tenía un compromiso en Galerías Laguna, donde me vería con mis amigos para una comida a las cuatro.

Mexicanearon TODOS, la verdad, esa es la verdad, bueno, incluso mi novia, quien según lo que me dijo, estaba perdida, cosa que le creo, pues, había demasiada, demasiada gente, pero bueno, a las cuatro veinticinco ya estábamos todos preparados para comer.. pero.. nadie tenía hambre, así que paseamos por todo el lugar.



Así, en orden de derecha a izquierda, estamos, Gera Triana, Paola Murillo, Alejandra Saldivar y, mi Alegría y yo.

Cuando se está algo aburrido en esa clase de tiendas, como Sears, Liverpool, blah, blah, blah, siempre es bueno encontrar algo con qué divertirse, tal como con los maniquíes...



Bueno... luego del desmadre que ocasionó que fuésemos brutalmente arrojados de Sears... bueno.. no.. no realmente, pero sí nos miraron feo, quién nos manda portarnos mal... esperen, un momento, yo ahí era el adulto responsable (hablo en serio), de hecho, entrando les dije "No toquen nada niños" y nos reímos bastante, pero, al parecer les valió.

Luego de que paseamos un rato, Paola y su extraño amigo que no se quien era se fueron, ya que, no la dejan conducir de noche.. yo no la dejaría conducir, simplemente, en fin, nos separamos todos al entrar a Mix Up, y Alegría y yo aprovechamos para charlar, un rato, luego, nos volvimos a encontrar con Gera y Alejandra, hasta que ellos se tuvieron que ir del lugar.

Alegría y yo comenzamos a caminar sin rumbo aparente, o con el destino y las ganas de llegar a una banca, ya que no es divertido estar parado teniendo tanta mugrosa gente frente a ti.

Una vez sentados, empezamos a platicar, y a platicar, y a platicar, y nos llevamos al rededor de dos horas hablando y hablando y yo no me aburría de escucharla, y la verdad es que aprendí mucho sobre ella, y aprendí a apreciar con más fuerza mi vida, mi pasado y mi presente.

Siendo ya de noche, a las nueve y veinte minutos, salimos al estacionamiento, a seguir platicando, por que no puedo desaprovechar cualquier oportunidad de estar con ella.

Veinte minutos antes de dar las diez, nos despedimos y nos marchamos cada quien a su casa, mientras yo era notoriamente feliz y ella se veía resplandeciente.



Qué dichoso me siento al ser yo quien la abraza...



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