He

He visto el horizonte, en donde se albergan mis miedos y mi temor a perderme de nuevo. He visto el hacia el sol, pero ni con su luz he encontrado el camino a mi hogar, creo que ni siquiera tengo uno... tanto tiempo huyendo de mi vida, tanto tiempo deseando irme de aquí, de allá, volver, escapar, que ni siquiera he tenido un hogar.

He vivido en las sombras, esperando que en su soledad más absoluta mi rencor y mi odio se apartaran de aquellos que no merecen sufrir, ocultando mis emociones, matando mis sentimientos, muriendo como humano, dando paso al demonio, vi el fuego elevarse al unísono con mi sed de sangre.
He regresado a la luz, esperando perderme en el amor, esperando mecer mis manos entre tu cabello, esperando de nuevo besar tus hermosos labios, esperando sentir el ocaso de nuestros días a tu lado.

He comido del dulce manjar de tus labios, respirado la dulce fragancia de tu ser, he probado y recorrido con mis besos tu piel, he encontrado los rincones más escondidos de tu ser y he paseado con mis dedos por la vereda de tu abdomen.

He hurtado los deseos de los hombres, les he dado esperanza y se las he quitado, he robado sus sueños, sus expectativas y los dejé en la miseria para sentirme por encima de todos ellos…

Y sin embargo sigo aquí, mirando el horizonte, yendo y viniendo de la luz a la sombras, viceversa, lastimando, viendo como se lastiman y ayudando a sanar las heridas que el tiempo nos deja y cuya cicatriz es difícil borrar.

No sé a dónde me guíe esta vida, no sé qué horizonte visitaré primero, no sé si la luz del sol me alcance para ver lo que soy antes de verte a los ojos y decirte qué es lo que eres, sólo sé que entre más crees haber salido de la jaula que nos aprisiona para poder explorar el mundo sin limitantes, más grande se vuelve la cautividad, estamos atados a luchar por una libertad inalcanzable.

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